La actividad de fracking o fracturación hidráulica en el sector de Oil & Gas ha generado un amplio debate sobre sus impactos ambientales y los riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores. Debido a la naturaleza riesgosa de esta técnica, que implica la inyección de fluidos a alta presión para extraer gas y petróleo de formaciones subterráneas, los requisitos internacionales de higiene y seguridad han evolucionado para establecer normas estrictas que protejan tanto a los trabajadores como al entorno.
Organismos como la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han desarrollado directrices que buscan minimizar los riesgos asociados con el fracking. Entre los principales requisitos destacan la implementación de sistemas de gestión de riesgos que evalúen constantemente las condiciones laborales y ambientales, la obligación de monitorear y controlar la exposición a sustancias tóxicas como el benceno y otros compuestos químicos peligrosos, y el uso de equipos de protección personal (EPP) especializados, como mascarillas, guantes y trajes protectores que resistan las condiciones adversas en los sitios de perforación.
A nivel internacional, la ISO 45001 y la ISO 14001 se han convertido en los estándares de referencia para las empresas que operan en el sector de Oil & Gas, especialmente en la actividad de fracking. La ISO 45001 establece los requisitos para un sistema de gestión de seguridad y salud ocupacional, promoviendo la reducción de accidentes y enfermedades laborales mediante la identificación y mitigación de riesgos. La ISO 14001, por su parte, regula los impactos ambientales, obligando a las empresas a adoptar medidas de prevención y control frente a la posible contaminación de suelos y aguas.
Otro aspecto clave es la protección contra los riesgos sísmicos asociados a la actividad de fracking, especialmente en áreas propensas a terremotos. Normativas como las del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) exigen la realización de estudios geotécnicos previos para evaluar la viabilidad de las operaciones y evitar daños estructurales o impactos negativos en las comunidades cercanas.
En conclusión, los requisitos internacionales de higiene y seguridad vinculados al fracking en el sector de Oil & Gas están diseñados para garantizar una operación segura y responsable, minimizando los riesgos para los trabajadores y el medio ambiente. La adopción de estos estándares es esencial para que las empresas cumplan con las expectativas globales de seguridad, transparencia y sostenibilidad en sus operaciones.